miércoles, 3 de agosto de 2016

Lactancia materna en madres adolescentes

  El embarazo constituye un riesgo importante para la adolescencia, puesto que consideran al adolescente como un grupo de riesgo al ser susceptible de importantes problemas de salud. 
Foto tomada por Lcda. Isabel González
Mamá Marta Pérez y bebé José.
  Las madres jóvenes y adolescentes deben recibir un apoyo y seguimiento en su estado nutricional y de salud, con un control cercano y oportuno del embarazo.

   La familia, desempeña un papel muy importante en este tipo de circunstancias.  Su reacción al conocer la noticia es crucial para la vida del futuro niño, puesto que las jóvenes embarazadas, la mayoría de las veces, se encuentran estudiando, por lo que no disponen de recursos ni de independencia económica, dependen de la ayuda familiar, no sólo económica, si no también afectiva y psicológica para salir adelante.
  La OMS, la FAO y el National Research Council han establecido una serie de recomendaciones nutricionales adecuadas para el embarazo y la lactancia, en las que se recogen las necesidades de casi todos los nutrientes.
   Durante la adolescencia, los requerimientos nutricionales y energéticos aumentan, puesto que el estado fisiológico presenta un segundo brote de crecimiento.
   Si el embarazo en la adolescencia representa un esfuerzo fisiológico extra, la lactancia lo es aún mayor,  puesto que la energía y las necesidades de alimento para practicarla son mayores que las del embarazo.  La leche materna es el mejor alimento para el recién nacido, por lo que se debe potenciar que la madre, aun cuando sea adolescente, amamante a su hijo.  
     Un adecuado consumo de calcio en la etapa temprana de la vida de una mujer durante su adolescencia es fundamental para sostener la demanda fisiológica de calcio durante la gestación y la lactancia.  El contenido  de calcio de la leche es independiente del consumo materno  de ese mineral,  puesto  que es aportado sobre todo por la reserva ósea. Los embarazos de adolescentes que no alcanzan la masa ósea óptima puede tener como consecuencia una osteosporosis en la edad adulta.
   Se detecta un déficit importante de apoyo a la lactancia materna, y aún mayor en el caso particular de madres adolescentes; los programas de crianza para estas madres son muy limitados.
     Además, es frecuente que tengan que hacer frente a la falta de apoyo social y financiero.  Las jóvenes aceptan a menudo la ayuda de sus madres, tías o abuelas y en ocasiones, la de cualquier otro miembro de sus familias, que llegan a asumir la responsabilidad completa de criar al recién nacido.
   La madre adolescente amamantará y experimentará problemas comunes, como dolor, dificultades con la posición con el agarre y otros problemas de salud que pueden afectar a la lactancia, y la preocupación sobre la manera de seguir amamantando después de regresar al colegio. Y algunas se preocupan  por otros inconvenientes, como no poder salir a divertirse  o la caída de los senos. Pero el mayor beneficio de la lactancia para las adolescentes es el vínculo madre- hijo que es lo mejor para la salud del bebé. 
Foto tomada por Lcda. Isabel González
Mamá: Alejandra Franco y bebé Daniel.
La lactancia materna es el regalo más precioso que una madre puede dar a su hijo.  En la enfermedad o la desnutrición este regalo puede salvar la vida.











 Prof. María Elena Cabrera

 Lcda. Isabel González

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